La naturaleza es algo maravilloso. No sé si me atrevería a llamarla simple o compleja, porque esos atributos vienen, sin duda, de la mano del hombre.
Tengo una pasión sospechosa por la planta de kalanchoe sexuada que creció en mi balcón.
Estoy empezando a sospechar que es una tal Linneo, esa otra que apareció ahí.
Con absoluta ingenuidad y en vista de mi crasa ignorancia acerca del nombre de esa planta de mi terraza, anduve un rato a la deriva por wikipedia.
Ustedes conocen, creo, la fuerza de la curiosidad.
El lenguaje técnico de la botánica, con sus insólitas taxonomías, hace de Lacan un niño de pecho en el arte de hablar complicado...
Pero no me detengo en la multitud de términos cuyo concepto -en caso de existir: aún no soy tan crédula- me sigue siendo esquivo.
Prefiero simplemente preguntar: ¿ no se sentiría subyugado y atraído -por ejemplo- ante la oferta de saber qué es, cómo es y dónde se puede encontrar una "Musa Paradisíaca"?
Creo que la plantita que motivó mi búsqueda tendrá que esperar un poco más para tener su taxonomía propia.
O le inventaré una, no quiero seguir abundando en pornografía botánica.
¡Este Linneo!...
|